
¿Crisis? ¿Qué crisis?
Decimos que la economía está en crisis. A ver si me expreso mejor aún, nos dicen que la economía está en crisis. Vemos un telediario y en el poco rato en que no hablan de fútbol nos enteramos que las grandes compañías mercantiles dicen estar en crisis. El Ministro de Economía nos dice hoy que el déficit del Estado para el año que acaba de empezar sobrepasará con mucho el tres por ciento que hubo en el año 2.008. Los pequeños empresarios, la fibra con la que está hecho el telón de fondo de nuestro sistema productivo y de empleo, están pasando mucho frío fuera de los despachos de los directores de las sucursales bancarias, donde hace unos meses eran recibidos con la queja "y sólo quieres eso". El negocio lo diseñaban los bancarios a su medida, no a la medida de los clientes.
Lo mismo podemos decir respecto de los trabajadores, endeudados hasta las cejas. Que usted quiere una hipoteca, se la damos al ciento veinte por ciento, que con la casa nueva en la urbanización hay que estrenar muebles, hacer el vaciado para una piscinita en el jardín, adecentar la planta bajo cubierta que está sin declarar o, ya que estamos, comprar un coche de 30.000 Euros y el utilitario para ir y venir a la ciudad para no ser menos que los recien casados de al lado, que bien que pueden porque no tienen hijos.
Lo malo, con ser pésimo, no es que haya una hemorragia de desempleo; es la pérdida de condiciones económicas -- seamos realistas, del resto de condiciones laborales hablamos si se cobra un buen sueldo, acaso será esa la razón de los sueldos escandalosamente ínfimos que hay aún por ahí -- de los que conservan el empleo, sobre todo en el sector privado.
Con los sueldos minorados porque no hay horas extras o trabajos fuera de nómina nos habían dicho que no se iba a poder pagar la hipoteca. Sorprendentemente el recibo ha bajado, como la gasolina y como los langostinos de estas navidades. Sin embargo, en realidad estamos en mitad de la torrentera, y hemos podido sacar la cabeza un poquito, hemos respirado, y como no cojamos aire en cualquier momento nos harán la autopsia.
Ahora, lo que me tiene pensativo es que no dicen palabra las organizaciones empresariales ni las organizaciones de clase mas representativas -- adivinanza, ¿de quién hablo? --. Creo que están buscando eufemismos para referirse a lo que está pasando. Mientras tanto los trabajadores y pequeños y medios empresarios las pasan canutas, y además se enfrentan entre sí. Los enfrentan entre sí.
Por cierto, los sectores que hasta ahora habían ganado mucho dinero con la bonanza económica no están perdiéndolo. Perdón, me olvidaba del "efecto Madoff". Si Tony Leblanc, que bendito sea, no tuviese una pila de años encima, le pediría que hiciese un remake de esta escena http://es.youtube.com/watch?v=RHj-rmyOinA
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